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  • Will Watson @willwatsonog

¿Está retirándose la democracia?


¿Cuál es la mejor manera de gobernarnos? O quizás más relevante para el tema de hoy, ¿Piensas que es importante vivir en una democracia? Probablemente estés de acuerdo en que sí, pero el mundo moderno nos acelera de tal manera que a veces cuesta parar a pensar.

Si no habéis oído hablar de Yascha Mounk, lo haréis en el futuro. Personalmente llegué a él gracias a un artículo que recientemente compartió con Roberto Stefan Foa en la revista Foreign Affairs. Dicho artículo me pareció de gran interés, y esto derivó en que pronto adquirí su libro: The People Vs Democracy. En él nos advierte que la democracia esta retrocediendo a nivel global, la razón de que esto suceda y qué se podría hacer para salvarla (aunque esta última parte me parece la peor del libro).

Mounk es profesor en Harvard y se le puede escuchar casi todos los días a través de su podcast "the good fight". Aunque en mi opinión es demasiado partisano y se le nota, creo que su tesis puede ser acertada y es que efectivamente, parece que la democracia esta retrocediendo. ¿Por qué?

Para poder entender este tipo de cosas, es importante mirar al pasado. Ya que opinar sobre algo así de complejo viendo sólo los titulares, es como querer dar una opinión de una película viendo sólo sus últimos cinco minutos.

Las olas

En este viaje al pasado conviene recordar a Samuel Huntington, el cual no era un surfista pero fue quien dio nombre al fenómeno conocido como las olas democratizadoras y este es el concepto clave de mi artículo. Huntington habló de tres grandes olas, correspondientes a momentos específicos en la historia reciente, en los que más o menos a la vez, un conjunto de países se democratizó.

La primera ola comenzó en torno a 1820 y duró casi un siglo, trayendo al mundo 29 nuevas democracias. Pero pronto el autor advierte acerca de otro fenómeno que provocó que muchos de los países que consiguieron democratizarse, se vieron ensombrecidos al retornar hacia el autoritarismo, se trataba de las olas inversas. Así, tras la primera gran ola, vino su correspondiente ola inversa con la llegada de Mussolini ¡Para 1942, esta ola inversa redujo el número de democracias de 29 a 12!

La segunda ola se produce con las descolonizaciones en los años sesenta y la tercera ola empieza en Portugal en el 74 y llega hasta el nacimiento de Estados ex soviéticos.

Ivan Krastev comenta al respecto: "Samuel Huntignton falleció en 2008, pero hasta él se habría sorprendido de que la democracia esté bajo amenaza, no sólo en países que se han democratizado hace poco como Brasil y Turquía, sino que la democracia está también bajo amenaza en las democracias más asentadas de occidente".

Creo que ello captura la idea con acierto. Muchos predijeron que las democracias de la tercera ola (entre las que esta España) eran jóvenes, débiles y que podrían sufrir regresiones, pero casi nadie puso en duda que democracias establecidas pudieran girar hacia el autoritarismo. De esta manera, parece ser que la ola inversa no sólo afecta a las nuevas democracias, sino que también a las más asentadas.

Mounk relata con bastante preocupación cómo las generaciones más jóvenes en Europa y Estados Unidos comienzan a apoyar la vuelta a regímenes más personalistas, en los que no se tenga que hacer frente a la burocracia y al conflicto de intereses de las democracias modernas. No es raro escuchar que la democracia no funciona.

En Estados Unidos, dos de cada tres personas mayores de 65 años creen que es muy importante vivir en una democracia, pero sorprendentemente entre las personas menores de 35, sólo una persona de cada tres. En España los resultados son muy similares. Parece que cuanto más joven se es, menos atractivo tiene la democracia.

Los factores que explican el retroceso de la democracia

Mounk presenta tres razones básicas que explican el retroceso del atractivo de la democracia.

1. Estancamiento Económico: Una de las razones principales por las que la democracia se haya considerado como el mejor modelo de gobierno, es porque ha sido el sistema que imperaba en los últimos setenta años en occidente. En una era en la que la capacidad adquisitiva de las poblaciones de los países occidentales se duplicó repetidamente. Este hecho impactó muy positivamente en la legitimidad de dicho sistema democrático.

Nuestros padres vivieron mejores condiciones que nuestros abuelos, por lo que es normal que el sistema siguiera en auge. Por otro lado, es aparente que la economía de la clase media lleva estancada casi veinte años, por lo que no es de extrañar, que la gente joven se pregunte si la democracia es tan buena como la pintan. Quizás no sean tan importantes los grandes ideales democráticos como lo es el tener algo más de dinero a fin de mes.

2. Etnicidad: La llegada paulatina de inmigrantes de distintas religiones y culturas, ha provocado una sensación de que el poder político está siendo disputado. Las clásicas mayorías de un solo color/ idioma /religión, están dejando de existir en muchas democracias modernas.

En Estados Unidos cada vez se habla más castellano y aunque sea un país de inmigrantes, los descendientes europeos que tradicionalmente han ostentado el poder, comienzan a percibir que lo van a tener que compartir y, naturalmente, ello provoca resistencia. Es innegable que ésta es una de las principales causas que han llevado a Trump al poder y al éxito del Brexit.

3. Medios de Comunicación: El autor argumenta que el hecho de que haya un creciente número de medios de comunicación y su ampliación en las redes sociales, ha provocado que no haya una agenda política controlada. Por ello, ideas que están fuera de las agendas de los principales medios, se han hecho virales con rapidez. Ya cité este aspecto en la “Sociedad de la Desinformación”.

Posibles escenarios

Así pues, Mounk defiende que nuestras democracias occidentales están yendo en dos direcciones:

1. Democracia Iliberal: Es decir, el giro populista que estamos viendo en estos últimos años. El peligro de este tipo de régimen es que cae en el autoritarismo. Consideran que, si no consiguen imponer sus políticas sobre la sociedad, es culpa del sistema o de intereses oscuros. Así vemos el caso de Maduro culpando a Estados Unidos por todas sus desgracias, Putin a occidente, Erdoğan a sus vecinos, Pablo Iglesias a la casta etc.

En mi opinión, el peor problema es que cuando los populistas llegan al poder suelen perpetuarse en él y se atrincheran, disolviendo la separación de poderes y el propio sistema democrático.

2. Liberalismo Tecnocrático: La Unión Europea es el ejemplo propuesto por el autor, ya que tiene un déficit democrático, aunque sigue defendiendo las libertades.

Esto es un problema inmenso porque parece que la voluntad del pueblo no llega a las instituciones y que las leyes se les imponen a los ciudadanos sin ningún tipo de legitimidad. Esta es otra de las causas fundamentales del Brexit cuyo lema principal era "volver a retomar el poder".

Escenario garantizado

Lo que queda claro es que la democracia cada vez goza de menos legitimidad. El año pasado, según el Democracy Index , la calidad democrática empeoró en 89 países y se estancó en otros 57. Es evidente que estamos viviendo una ola inversa.

En el artículo mencionado al principio, Mounk junto con Stefan Foa argumentan:

"Como resultado, el mundo se está acercando a un hito sorprendente: en los próximos cinco años, la participación del ingreso global de los países considerados "no libres" (como China, Rusia y Arabia Saudita) superará la participación de las democracias liberales occidentales. En el transcurso de un cuarto de siglo, las democracias liberales han pasado de una posición de fuerza económica sin precedentes a una posición de debilidad económica sin precedentes."

Por ahora parece que la democracia será un régimen político con cada vez menos relevancia en el mundo, empequeñeciendo la presencia de lo que llamamos occidente, en un mundo multipolar con diversidad de regímenes.

Si Samuel Huntington nos observa desde donde quiera que esté, seguro que murmura algo así como: "Os lo dije."

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